A finales de 1950, a través de su trabajo de abogado, Munger conoció a Otis Booth y se hicieron amigos. En 1961 Booth pidió a Munger un asesoramiento sobre unos terrenos de construcción. Tras este asesoramiento Booth propuso a Munger asociarse con él.
Juntos desarrollaron apartamentos en una promoción que se completo en 1967 y la vendieron, consiguiendo un 400% de beneficio ganando cada uno aproximadamente 500.000 dólares.
Un gran beneficio, pero aún no había llegado al millón de dólares. Sin embargo, de esta primera promoción de apartamentos observó que la planta baja se vendía mucho más rápido que las demás, así que Munger decidió hacer casas de una planta y venderlas más caras.
Realizó cinco proyectos como este, cuando los acabó, Munger había ganado 1.4 millones, entonces dejó el negocio de la inmobiliaria para dedicarse al mundo de las finanzas.