Los activos financieros son los títulos que otorgan al comprador el derecho a recibir un ingreso futuro procedente del vendedor de dichos títulos, de un arrendador o por la venta del mismo. Es decir, las personas compran estos activos con la esperanza de obtener un beneficio, ya sea por el incremento del valor del activo, por reparto de beneficios o por rentas mensuales.
Lo que buscamos con nuestras inversiones, como mínimo, es superar a la inflación que de media se suele situar en torno al 2 % y si además conseguimos rentabilidades superiores durante varios años, para así aplicar correctamente el interés compuesto, mejor que mejor. Tranquilo con la correcta formación financiera estoy convencido de que acabarás superando con creces ese 2%.